Quiero decir que lo amo todo, pués todo viene de ella y va a ella.
Desde el espacio, a miles de kilómetros de distancia, sólo se ve el planeta envuelto en su aura, su atmósfera. Es “uno”. Desde la distancia no se ve su diversidad de formas y afanes: sólo “ella” conteniéndolo todo. También a mí y a ti, a lo que nos sustenta, a lo que nos nutre, a lo que nos acompaña, a lo que nos inspira. Todo contenido en ella, entre su centro y la exosfera.
Cuando digo que amo a la Madre Tierra digo que amo todo lo que es y todo lo que contiene, lo que veo y lo que no veo, lo que conozco y lo que intuyo.
Pero, ¿qué es amar?: comprender, aceptar, agradecer, respetar, cuidar….
Entonces, ¿cómo expresar mi amor a la Madre Tierra? Si comprendo que yo soy Ella, si acepto sus dones y sus enojos, si agradezco su abrazo y su sustento, debo respetarla y cuidarla. Y ¿cómo se hace eso? Yo necesito sus recursos… como saber ¿cómo hacer un buen uso de ellos? ¿cómo compartirlos con todos los seres, siendo entre todos cuidadosos y respetuosos, para no agotarla ni extenuarla, para no lastimarla, para hacer que siga brillando en todo su magnífico – y a veces tràgico- esplendor?
Cuando medito sobre ello comprendo que suelo juzgar muy a la ligera, que veo la paja en ojo ajeno, que -como a muchos– me resulta más fácil decir que hacer –o a veces no hacer lo debido-
Sé que muchos de los desmanes a la Madre Tierra se hacen también en mi nombre, a causa de mi modo de vida, a menudo inconsciente: yo soy consumidora, yo me desplazo, yo uso la energia para calentarme e iluminarme. Me comunico con complejos instrumentos que contienen elementos extraidos de las entrañas de la Madre Tierra, muchas veces sin cuidado del Medio Ambiente ni de las personas que los obtienen.
¿Cómo actuar noblemente para pisar con suavidad, sin dejar una profunda huella?
¡Difícil cualidad la coherencia! Entiendo que, tal y como están las cosas actualmente, mis gestos, los tuyos, los de todas, son importantes. Los grandes centros de decisión global –grandes corporaciones, estados- son estructuras complejas, pesadas y lentas, que funcionan con inercias que no es facil alterar o detener. Pero no pueden tener la última palabra, porqué sin mí, sin ti, sin nosotros, no són, no existen. Mi actitud, mi modo de vida, mi forma de consumir, comunicar y pensar son poderosas. Debo empezar por mí, debemos empezar por nosotras. Y apoyarnos. Y caminar y respirar unidas, aun con aquellos que tienen una visión distinta pero una intención comun: favorecer la Vida de la Tierra
¿Qué podemos hacer? A la luz de las enseñanzas de Thây, de los Cinco Entrenamientos, vivir acordes con el latido el Planeta, prestando atención…
Pequeños grandes gestos
Consumo consciente:
- Austeridad:
- ¿qué es imprescindible, qué necesario, que soslayable?
- ¿Qué me crea dependencia, me aporta felicidad instantánea e inconsciente?
- ¿Qué me aporta felicidad y satisfacción sin restar a los demás seres?
- Consumo local y de proximidad:
- Si es possible, cultivar mi huerto y jardín ecológicos.
- Apoyar a los productores locales respetuosos con el medio ambiente.
- Consumo de productos globales procedentes de comercio justo y obtención sostenible.
Corresponsabilidad con el entorno:
Colaboración con grupos, asociaciones y plataformas locales que velan por la protección del entorno más próximo, por el desarollo sostenible, por el respeto y protección de animales y plantas y la justicia social.
Colaboración con grupos y asociaciones de ámbito internacional que trabajan en el mismo sentido a nivel global.
Participar en acciones e iniciativas locales de “custodia del territorio”: fomento de la biodiversidad, la proteccion de espacios naturales, fauna y flora (seguimiento de especies), limpieza de bosques, revisión y mantenimiento de caminos y senderos de interés…
Acciones institucionales:
Apoyar con nuestro voto a las opciones que propongan y realmente actuen en el sentido de la protección de la Tierra y los recursos naturales, y de las personas, animales y plantas.
Proponer a las instituciones locales acciones que favorezcan el uso y consumo de productos locales, mediante ferias y mercados. Disponibilidad de espacios públicos para ello.
Establecer plataformas que faciliten el contacto entre propietarios de las tierras y personas o grupos que deseen vivir de la agricultura pero no dispongan de recursos, especialmente jóvenes.
Apoyar a grupos de ciudadanos y ciudadanas que rehabilitan solares y espacios urbanos con huertos colectivos. Que sean espacios de convivencia, respeto y crecimiento mútuos.
Redes sociales:
En estos entornos a menudo predomina una cierta tensión, polarización. Sorprende que personas que supuestamente aman la naturaleza, a los animales, a veces lancen mensajes de agresividad y violencia hacia las personas que tienen una visión distinta. Que nuestra participación en éstas, con nuestra actitud proactiva, positiva, inclusiva, amorosa, contarreste estas actitudes y ayude a la concordia y la comprensión.
Sangha del Montseny (Girona)